En el momento que comienza una empresa a funcionar, llevar muchos de sus procesos no resulta una tarea complicada y podrían ser realizados mediante programas sencillos, como por ejemplo, Excel. Sin embargo, a medida que la compañía va creciendo y desarrollándose, va incorporando más procesos y se comienzan a complicar los procedimientos, por lo que seguramente habrá que buscarle una alternativa a esa hoja de Excel.
Si en determinado momento una empresa tiene un conjunto de procesos los cuales se están saliendo de control debido a su complejidad, no se está obteniendo el rendimiento esperado en cada uno de ellos y además no se encuentran integrados ni automatizados, haciendo que la compañía pierda tiempo y dinero, entonces es primordial plantearse la siguiente pregunta ¿Es necesario implantar un ERP en la empresa?
Si una empresa está atravesando por cada una de las circunstancias descritas anteriormente la respuesta es ¡Sí! Es el momento indicado de proceder a realizar la implantación del ERP. No obstante, la idea no es que la compañía tenga que esperar hasta este punto para darse cuenta de que debe comenzar con la implantación de un software de gestión empresarial.
Nunca se debe esperar a tener un punto de saturación en los procesos para esperar a la implantación de un software ERP, esto es primordial, sin distinción del sector en el cual se desempeñe la empresa, es decir, bien sea una empresa instaladora, una empresa distribuidora, una empresa de obras y servicios o cualquier otra, se debe implantar un ERP lo antes posible.
PERO… ¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE CONTAR CON UN ERP PARA PYMES OPORTUNAMENTE?
Realizar la implantación de un ERP en algunas ocasiones no resulta un proceso muy agradable para la empresa, debido a que muchas veces el personal está muy marcado con la forma de trabajar y podría generar algún tipo de rechazo hacia el software de gestión empresarial, pero sobre todo la implantación lleva consigo gran carga de tiempo y dedicación.
Si la implantación del ERP se realiza en las primeras fases de la empresa es posible dedicarse por completo a él sin tener que descuidar las labores de la compañía, esto debido a la baja carga de trabajo que se suele tener en los inicios.
Además, resulta más sencillo que los empleados se adapten a la nueva forma de trabajo. Esto se debe a que no tienen la rutina tan marcada, por tanto cuando se vaya incrementando el volumen de trabajo tendrán el máximo rendimiento, gracias a que ya están adaptados a la forma de realizar los procesos.
Al implantar el software de gestión empresarial con anticipación, también se tendrán beneficios económicos. La razón primordial es que mientras más grande sea la empresa, requerirá implantar mayor cantidad de módulos que pueden llegar a ser complejos, en consecuencia, requerirán de una mayor inversión por parte de la empresa para la implantación.
En cambio, si la empresa aún se encuentra en desarrollo pero ya tiene los procesos bien definidos y tiene claro el rumbo que desea tomar, el costo para implantar el software ERP será significativamente menor. A parte, al realizar la implantación en esta etapa de crecimiento, garantizará que la empresa crezca rápidamente, sea sostenible y sobre todo sea competitiva desde los pasos iniciales
Por si fuese poco, al implementar el ERP en la fase de iniciación de la empresa, se contará con un crecimiento organizado y controlado, lo cual ofrecerá la ventaja de ir logrando un mejor desenvolvimiento a lo largo de su etapa de crecimiento, haciendo que la empresa se distinga de sus competidores, pero sobre todo que trabaje con eficiencia y no gaste recursos en procedimientos innecesarios.
Un punto importante a tener en cuenta es que al realizar la implantación del ERP, cuando la compañía está en iniciación, se debe tener una visión a futuro de cómo la empresa se desenvolverá, para así poder evitar tener gastos futuros, referentes con la implantación de nuevos módulos que no se previeron desde el inicio.
Recuerda siempre que un software ERP otorgará un mayor control de la empresa y sobre todo será capaz de ahorrar dinero, tiempo y esfuerzo; garantizando el desarrollo de la compañía en tiempos relativamente cortos.
